Uno de los trabajos que más ilusión nos hace son las sesiones boudoir y sensuales para novias,
un estilo y concepto que viene directamente de los pioneros en la fotografía Boudoir
realizados en EEUU, Canadá y Australia.
Estas sesiones nos las contratan en algunos casos la novia, como un regalo diferente y original,
para el novio, un regalo que guarda en la mayoría de los casos en secreto y que entrega
el mismo día de la boda, o el día antes, al novio. Un regalo que se entrega
como prueba de amor y que representa la expresión de entrega y compromiso de ella
misma, la novia, hacia su futuro compañero. Entrega su belleza, su sensualidad,
su imagen más íntima, reservada sólo para él como un tesoro para hacer
valer su más exquisita belleza y sensualidad femenina.
En otros casos, y que cada día va resultando más habitual, es un regalo que
el propio novio hace a su novia como algo muy especial,
así consigue demostrar que también admira su belleza, adora su sensualidad y
desea que todo ello quede inmortalizado para siempre, así ella siempre podrá sentirse
segura de sí misma y su capacidad de sentirse deseada y admirada.
Este es el caso de Arellis, estas fotografías son el regalo que su novio le ha querido hacer
después de observar por mucho tiempo el deseo de ella de tener unas fotografías de ella misma
tan sensuales y atractivas como esas imágenes que observa en publicaciones, revistas de moda,
catálogos de lencería y fotografías de sus ídolos.
Arellis ha sido capaz de demostrar una sensualidad exquisita, ha sabido mostrar elegancia
y exquisitez, ha sabido seducir sin provocar,
ha mostrado lo mejor de la intimidad femenina, con clase y con estilo.
Estamos seguras de que será un recuerdo que guardará como un tesoro muy personal toda su
vida, al que recurrirá en cualquier momento para saberse bella y deseable, para sentirse
una mujer que también defiende ese aspecto tan femenino como es la sensualidad,
sin perder los demás valores como mujer y como persona.